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Día Internacional de la Mujer

A propósito del Día Internacional de la Mujer

CDMX, 6 de marzo de 2025

La deleznable discriminación-jerarquización racista, económico-social, cultural y sexual ha existido durante milenios y lo hace de manera sistemática hasta el día de hoy.

La heroica resistencia frente a estas inequidades no es reciente. Su historia está signada por la muerte, el sufrimiento y la brutal marginación, así como por la permanente amenaza a la vida de quienes son visualizados como no merecedores de consideración, como residuos de lo humano, como enemigos.

Esta larga historia es la que, en el presente, ha permitido que estas luchas sean públicas, incorporadas por instituciones del Estado y demandadas por ciudadanas y ciudadanos como legítimas en el espacio público.

Sin embargo, y a ojos vista, las trágicas consecuencias que estos cambios traen cada día a cientos de personas y sectores constituidos por poblaciones marginadas —cuyos derechos son reconocidos en la letra, pero no en lo real de lo cotidiano—, como mujeres, infancias, adultxs mayores, afrodescendientes, poblaciones originarias, judías, árabes, orientales, sectores empobrecidos de la clase trabajadora, migrantes, refugiadxs, activistas, luchadorxs sociales, entre otros, constituyen una muestra fehaciente de la profunda brecha existente entre el ejercicio del poder económico, cultural y político, y los seres humanos no asociados a los mismos.

Estos hechos nos obligan también a tomar postura por la equidad real entre seres humanos, como dotados de dignidad, valor y respeto, sin dejar de otorgar legitimidad a la diferencia que nos constituye como especie, y a propender al diálogo, único medio eficaz para lograr una humanidad orientada hacia interacciones e intercambios justos en el marco de una existencia pacífica.

Busquemos nuestro lugar en esta enorme y obligatoria tarea.